Cuando empezó la pandemia, me pilló de viaje en Nueva Delhi, al anularse todos los vuelos como no tenía dinero, tuve que compartir gastos en una habitación que había alquilado Ricard, viajero español que se encontró con el mismo problema, condenados a pasar una temporada en la India, nos hicimos pasar por matrimonio para que no le subieran el precio, íbamos ataviados con ropa indú, para no desentonar y poder integrarnos en la ciudad ...
- ¿Ricard? ¿Eres tú?
Pregunto cuando veo el contorno de una figura oscura. Tal vez, no lo sé. Tal vez no sea su falso marido, tal vez sea otra persona.
- ¿Por qué no caminas hasta aquí y lo averiguas por ti misma?
Dice el dueño de la voz. No puedo ver su rostro, pero estoy seguro de que está sonriendo. Este tiene que ser Ricard. Suena como él.
Con las piernas adormecidas y ligeramente temblorosas, finalmente camino hacia la figura apoyada contra la pared. Por lo que puedo distinguir en la oscuridad, su silueta se parece a él. Pero todavía hay una pequeña duda en algún lugar de mi mente. Una vez que estoy frente a él, se endereza. Miro fijamente el brillo en su rostro que creo que son sus ojos. Puedo sentir el calor esparcirse por mi cuerpo bajo su mirada...
-¿Y? ...
Pregunta. No respondo con palabras, simplemente me acerco a él y lo abrazo con fuerza. Obviamente tomándolo por sorpresa. Se pone rígido al principio, pero luego se ríe suavemente y me por fin me devuelve el abrazo.
Me siento tan segura, completa, como si fuera aquí donde siempre quise estar , en sus brazos. Nos quedamos así por un tiempo y luego él retrocede y dice:
- Entonces, ¿te diste cuenta de quién soy? ¿O es que no te importa quién soy porque soy tan sexy y simplemente no puedes resistirte? ¿A mí? Y podrías elegirme a mí antes que a tu marido "
Le doy una palmada en el hombro y le digo:
-Ricard, cálla por favor.
Y solo para responder a tu pregunta, supe que eras tú desde el principio y te abracé solo para asegurarme.
-¿Ahora puedes encender las luces?
Veo que sus labios se convierten en una sonrisa. Se inclina hacia adelante y planta un suave beso en mi frente. Un leve escalofrío recorre mi cuerpo cuando sus labios hacen contacto con mi piel. Lo siento sonriendo contra mi frente. Obviamente esta disfrutando del efecto que tiene en mí.
Luego se aleja de mí y rápidamente agarro su mano.
-¿No quieres que encienda las luces?
- Ummh ... ya ... lo siento.
Digo soltando rápidamente su mano. Una vez que enciende las luces, mis manos se disparan inmediatamente para protegerme los ojos de la luz repentina. Siento sus manos bajar las mías y ahora estoy mirando sus hermosos pezones marrones oscuros, casi negros.
El vuelve a mirar a mis ojos de color miel. Luego mueve una mano por mi brazo derecho hasta mi cuello y la detiene debajo de mi barbilla. Levanta ligeramente la barbilla y estudia mi rostro. Luego sonríe y me mira a los ojos mientras dice:
- ¿Sabes?, eres mucho más hermosa sin maquillaje. Sonrío tímidamente y siento que mis mejillas y orejas comienzan a calentarse. Gracias a Dios mi piel es tostada y gruesa, y puede disimular el rojo brillante como un tomate que me hace sentir ahora. Él es el único que puede hacerme sonrojar así, que puede hacerme sentir hermosa y deseada aún sin mi maquillaje y recién levantada.
Mete un mechón de cabello que se me tapaba la cara detrás de mi oreja, revelando mis orejas de color granatoso. Se inclina más cerca de mis oídos, sus labios se rozan contra ellos y susurra:
- Me gusta cuando te hago sonrojar.
Mis orejas siempre tienden a ponerse rojas o granates cuando estoy avergonzada, pero afortunadamente mis mejillas no cambian de color. Le miro y digo:
- Reconozco que a mí también me gusta.
Se inclina para que nuestras dos caras estén ahora al mismo nivel. Inclina ligeramente mi rostro.
- Te amo.
Le susurro suavemente mis labios rozando ligeramente los suyos. Puedo sentir el calor aumentando en mi cuerpo. Ambos respiramos con dificultad ahora, después de un leve rechazo de comedia romántica, con sonrisa incluida, finalmente toca sus labios con los míos muy suavemente.
Primero besa mi labio superior y luego el inferior, empieza a besarme con más pasión, robándome un ligero gemido. Mordisquea mi labio inferior, paso mi lengua por sus labios. Separo mis labios y dejo que entre en mi boca. Su lengua comienza a explorar mi boca. No dejar ningún rincón sin tocar, movimos nuestras lenguas al unísono. Gime en el centro de mi boca y me anima a continuar, finalmente empezamos a respirar con dificultad y nos separamos para recuperar un poco el aliento.
- Yo también te amo.
Dice Ricard acariciando mis ahora calientes mejillas, coloca una mano detrás de mi cuello y acerca mi frente a la suya.
- ¡Dios!, me vuelves loco
Dice mientras besa mis dos mejillas. Quería darle una respuesta, pero tan pronto como abrí la boca para decir algo, me tapó la boca con la suya, reí entre besos y puse mis manos sobre su duro pecho. Era musculoso, pero no voluminoso. Mis manos empezaron a moverse a lo largo de los botones de su sherwani, mientras nos besábamos, abrí sus botones y sus manos se deslizaron hasta mi cintura desnuda. Podía sentir la piel de gallina comenzando a formarse por todo mi cuerpo, la brisa fresca que venía de la ventana abierta no ayudaba.
Ricard acabó de quitarse su sherwani y lo arrojó sobre el sofá. Dándome una vista completa de sus dignos abdominales. Pasé mi mano por su duro pecho hasta su abdomen y lo sentí estremecerse levemente. Sonreí ante esto y me mordí el labio. Rápidamente me dio la vuelta y me susurró al oído:
- Ahora es tu turno.
Besó mi punto dulce detrás de mis orejas haciéndome gemir y deslizó mi cabello hacia un lado dejando mi espalda desnuda. Comenzó a dejar un rastro de besos a lo largo de mi espalda y simultáneamente comenzó a desabrochar mi blusa. Ahora estaba presionado contra la pared.
- Ricard ...
Suspiré. Hundió los dientes en el hueco de mi cuello y comenzó a mordisquear la piel allí. Me estiré y hundí mis dedos en su cabello. Usando su cabeza como apoyo, me volví para mirarlo. Parecía confundido.
- Mi sari ...
Dije. Tratando de señalar que se olvidó de quitarme el sari antes de quitarme la blusa.
- Oh cierto ...
Dijo sonriendo. Tomó un extremo de mi sari en una mano y comenzó a quitarme el sari mientras me giraba. Mientras tanto, me besaba el cuello, la espalda y la oreja, una vez que terminó de quitarme el sari, lo arrojó al sofá. Chocó sus labios contra los míos de nuevo y choqué contra la pared de atrás. Deslizó sus manos desde mi cintura hasta mis muslos, las levantó y las envolvió alrededor de sus caderas. Arqueé la espalda y gemí en voz alta cuando sentí su duro bulto contra mi punto mas sensible.
Mi blusa ahora se había deslizado por mis hombros y ahora apenas cubría mis pechos. Ricard comenzó a dejar un rastro de besos a lo largo de mi clavícula. Me enderecé, tomé su rostro entre mis manos y lo besé apasionadamente. Mientras nos besábamos, mi blusa se deslizó más hacia abajo. Mis pechos desnudos presionaron contra su pecho desnudo. Él gimió y yo sonreí interiormente. Se apartó y me miró a los ojos. Me levantó en sus brazos y me llevó hacia la cama. Me tiró a la cama. Se inclinó sobre mí y por fin me quitó la blusa.
Se echó hacia atrás y se sentó derecho durante un rato mirando por los senos. Luego tomó mi pecho derecho en su mano y gemí. Tomó mis dos pechos en sus manos y comenzó a masajearlos. Al mismo tiempo, su bulto se movía contra mí. Se inclinó y comenzó a besar mis pechos,
- Son tan hermosos, eres tan hermosa.
Dijo entre besos, mi respiración era superficial mi pecho oscilaba arriba y abajo al compás sin poderlo evitar, mi corazón latía con fuerza en mis oídos como un tambor en una batalla. Mi cabeza explotaba, mi cuerpo temblaba de placer.
- ¡Ricard! ...
Suspiré su nombre. Se movió hacia mi estómago y comenzó a formar diseños con su lengua. Entonces finalmente alcanzó la parte palpitante de mi cuerpo que ansiaba desesperadamente su atención. Me besó justo donde quería, en el momento que ya no podía mas apartó el tanga con los dientes. Arqueé mi cuerpo hacia arriba mientras él besaba mi clítoris y comenzaba a mover su lengua. "
- Rica..rd ...
Apenas pude pronunciar dije mientras me corría directamente en su boca. Me comió. Mientras me acostaba respirando con dificultad, con el cuerpo cubierto de sudor, se levantó de la cama y empezó a quitarse el bóxer. Una vez que terminó, miré su miembro duro y erecto con una pequeña gota de semen transparente en la punta, tan hermoso, ¿dónde lo llevaba guardado con ese tamaño?. Me quedé paralizada mirando.
- ¿Te gusta lo que ves?
Pregunta al verme mi cara de asombro subiéndose de nuevo a la cama con una sonrisa en su rostro.
- ¡Me encanta!
Por fin pude articular palabra, reflejando su sonrisa. Lo empujo hacia abajo y subo encima de él. Acaricié su polla y luego comencé a chuparla, lo cual provocó que se corriera dentro de mi boca y tragué su semen, reconozco que no soy muy amiga de tragarlo, pero en aquel momento me pareció nectar de los dioses, me incliné cerca de su oído y susurré:
- Te quiero dentro de mí.
Rápidamente me empujó hacia abajo y se colocó encima de mí de nuevo.
- Tu deseo es mi orden
Dijo sonriendo, noté que él esperaba ardientemente esa petición, levantó mis caderas y empujó dentro de mí. Dejé escapar un grito por el dolor repentino. Me miró a la cara preocupado. "
- Continúa ...
Dije mientras una lágrima rodaba por mi mejilla izquierda, obedeció y comenzó a moverse hacia adentro y hacia afuera lentamente al principio, y aumentando constantemente su paso, lentamente el dolor fue reemplazado por puro placer. su polla entró en mi cueva, adueñandose de mis húmedas paredes en cada embate, me sacó de mi misma varias veces.
- Aiiis.. Augh .... ah .... más rápido ...
Gimo, sin saber muy bien lo que sale por mi boca, no puedo articular palabra, solo que quiero y sigo queriendo más. Obedeció y aceleró el paso.
- Ya .. casi estoy ...
Dijo entre suspiros
- Yo tam ...bién ...
Asentí o dije, ya no se lo que podía articular. Finalmente justo en medio de mi orgasmo, sentí la invasión de un río de semen cálido, que me llenaba, dejó su polla dentro de mí para las descargas posteriores.
Luego se echó hacia atrás para acostarse a mi lado. Ambos estábamos exhaustos y sudorosos. Giré mi cuerpo hacia él y coloqué mi cabeza en su pecho. Besó mi cabello y envolvió sus manos alrededor de mí.
-Te amo.
susurró.
-Yo también te amo.
Contesté en un suspiro profundo....
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